Semanita en Baqueira Beret - Un CAFRE estuvo allí, tenemos pruebas de ello

La verdad es que esta semana ha sido cojonuda, ha tenido de todo un poco y me ha creado ganas de cambiar mi estilo de vida.

Todo empezó el lunes, un viaje con mucha lluvia y mal tiempo.

Al día siguiente nos levantamos y había caído una nevada de esas potentes, unos 30cm (pa los que no entiendan, es mucho)no había ni una sola pista pasada por las máquinas y seguía nevando. Los pies se hundían en la nieve a la altura de las espinillas, pero eso no evitaba que al estar la nieve tan ligera a causa del frío, no costase nada realizar los giros. Era como esquiar en algodón, suave, fácil y bonito, en fin una pasada.


El segundo día, heló un poco y siguió nevando, la nieve empeoró un poco pero continuaba impresionante. Muy guapo!!!


El tercer día se jodió el invento, ya que se puso a llover en pistas, al contrario de lo que muchos pensareis, esto no deshace demasiado la nieve, pero si la hace pesada, imposible de esquiar, ya que algunos momentos los esquís no patinan y otros sí, lo que hace muy sencillo una posible lesión. Dada la frustración por no poder aprovechar este día, llame a mi primo, y me ofreció irme con él, su novia y una amiga a hacer esquí de fondo.
Cogimos los esquís, y desde su pueblo, nos metimos montaña a través hacia otro pueblo que estaba a unos 6km, nos equivocamos dos veces y las dos tuvimos que retroceder, nos pegamos unas toñas impresionantes, sobretodo los chicos, lo cual fue causa de mofa y diversión por parte de las chicas, que a parte de ser brujas por su condición de mujeres, el hecho de que fueran Asturianas contribuía a que se riesen en mayor medida de los tortazos ajenos. Vimos un cerbatillo corriendo a 10m de nosotros y yo estuve apunto de caer sobre una mierda de caballo, pero pude mantener el equilibrio y las chicas volvieron a cachondearse de mi (jejeje, como pallaso no tengo precio!) Cuando llegamos al pueblo, fuimos a un bar de pinchos (ay-ay-ay-ay!!!) y nos tomamos la correspondiente y merecida birra con los colegas de mi primo.



El cuarto día siguió lloviendo por lo que fui con mis padres a un circuito a realizar esquí de fondo de nuevo y no hicimos mucha más, al día siguiente la vuelta.


Eso si, todo acompañado de unas cenas impresionantes comiendo unos chuletones, solomillo con salsa de queso de oveja, magret de pato, tortilla de setas, setas rellenas de foi y demás, una pasada todos los días.

La conclusión de esta semana ha sido que me ha entrado envidia (sana, eso sí) del estilo de vida de mi primo en Baqueira, y sería una pasada vivir allí, a lo mejor no toda la vida, pero sí unos añitos, aprovechando al máximo todo lo que se puede hacer allí.